LA PRINCESA DE TRUJILLO
La Princesa de Trujillo es un cuento acumulativo clásico, pero con un desenlace y una forma de presentación adaptados, que recupera los elementos más típicos de las series que aparecen en la tradición europea: gato, perro, palo, fuego, agua…Con este tipo de cuentos, los niños aprenden a establecer conexiones, y a partir de ahí a generalizar e incluso a hacer predicciones. Por último, la repetición de sucesos facilita la memorización del texto.En muchas versiones, el acumulativo acaba con la representación de la muerte en variadas formas (cuchillo, carnicero…). Más similares a esta, sin embargo, son las series encontradas en otros cuentos de fórmula que aparecen en el norte de Europa: cofre, llave, cuerda, ratón, gato, palo, hacha, herrero… En todos ellos, la rapidez de la acción facilita el seguimiento de la secuencia; además, la transición de unos acontecimientos a otros se produce de tal modo que provoca la curiosidad y atrae el interés del público.
